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Al comienzo de la existencia la nada invadía todo puesto que no había nada, una masiva inexistencia plagaba todo lo que había que a su vez no plagaba nada pues era solo un vacío. Entonces la fuerza primordial, que conocen los Ángeles como Dios, se decidió en su propio deseo de crear algo en ese vacío y creo a dos hijos, tan bellos y perfectos que solo el mismo era superior a ellos. Los igualo en dones y habilidades y los hizo tan perfectos como siempre deseo. Sus nombres eran Michael y Luzbel.

Ambos hijos vieron la nada con tristeza y rogaron a su padre que hiciera algo, que retrocediera la oscuridad y que permitirá más existencia además de ellos mismos. Su padre ante tan devoto deseo decidió aceptar su petición y trato de crear materia, más se dio cuenta que la anti materia debía existir para que la materia existiese y conforme creaba algo esto se destruía.

Entonces ideo un plan, crearía dos fuerzas, tan antiguas y poderosas que tomarían el control de los dos grandes problemas que tenía: Destrucción y Muerte. Y así lo hizo, creando a Catastor, Dios de la Anti Materia y a Caius, Jinete de la muerte. Cuando estos dos fueron creados se dio el lujo de crear estrellas, galaxias y universos. Una vez que vio su perfecta creación finalizada se dispuso a crear su propia tierra más allá de esa dimensión creada al que llamo el “Edén” y donde creo a sus demás hijos, dividiéndolos en tres grupos:

Los Arcángeles: Los 14 más poderosos de sus hijos, creados para servir y proteger a los que habitaban el Edén y comandados por Michael el señor de las fuerzas celestiales.

Los Ángeles: Las fuerzas básicas del ejército, seres de gran poder celestial pero de menor rango a un Arcángel, su poder era unas mil o dos mil veces menor al de los Arcángeles.

Los Querubines: Seres más pequeños, a veces con apariencias casi infantes que gozaban de la música, la belleza y la diversión. Espíritus no violentos que buscaban la paz y el orden en la existencia.

Cuando su creación estuvo terminada Dios vio que todo era perfecto y decidió retirarse a su propia dimensión lejos de todo y de todos dejando que su hijo Michael de la mano de su hermano Lucifer se encargaran de todo, y desapareció de la existencia.

Los siglos y eones pasaron dejando la existencia seguir su curso, el cielo convivía en una gran armonía y perfección mientras observaban ese Universo crecer y perfeccionarse cada vez más. Orgullosos de su creación los Ángeles decidieron enfocarse en un planeta en específico, un pequeño cúmulo de roca al que llamarían “El reino terrenal” y donde Michael en compañía de su hermano Rafael, el sabio, decidió implantar la semilla de la divina inspiración permitiendo a dicho planeta alcanzar una evolución lenta pero progresiva.

Luzbel no vio con buenos ojos esto, se enfureció ante la idea de compartir los grandes dones que su padre le había otorgado con seres que se denominarían “mortales” las discusiones comenzaron, Luzbel no estaba solo, seis de sus hermanos le apoyaron en ese intenso debate el cual estaba a poco de estallar en una violenta guerra que cobro la existencia de cientos de Ángeles y Querubines.

Al final Luzbel fue obligado a abandonar el Edén en compañía de sus seis hermanos traidores, todos fueron marcados igual que todos los Ángeles que decidieron seguirlo como traidores y se les dio el nombre de “Demonios” seres de oscuridad, caídos en las tinieblas.

Luzbel decidió cambiar, no permitiría que la creación del cielo siguiera un curso para bien, el tomaría todo para sí y doblaría los designios de su padre para su propio deseo. Ese día Luzbel, hijo de la aurora se convirtió en Lucifer, el Rey de todos los demonios.

Junto con Lucifer cayeron sus hermanos, que así como el adoptaron un nuevo nombre y por ende un nuevo deseo maligno.

Azrael, el Veneno de Dios: Él es el Ángel más bello de todos, fue tan perfecto que lleva siempre mascara puesto que el verlo directamente provoca la locura en cualquiera menos en Dios mismo, él no es malvado solamente fue manipulado por Lucifer y es el encargado del infierno de la Envidia, es el segundo más poderoso de los Duques infernales.

Mefistófeles, el gran mentiroso: Él era el encargado de las reglas del paraíso y a su caída se volvió el gran mentiroso, es el más astuto e inteligente de los demonios, su astucia no tiene fin y usa lo que sea, o a quien sea, para cumplir sus objetivos, es el Rey y señor del infierno de la lujuria donde ocupa su puesto como el tercer más poderoso demonio de los siete duques.

Astaroth, el señor de la furia: Es el más fuerte físicamente de los demonios, es un demonio grande y corpulento con un cuerpo deforme por su propia musculatura, es brutalmente agresivo y ama las confrontaciones en especial cuando son para asesinar a alguien sin piedad alguna, es el señor de la Ira y es el cuarto en poder demoniaco de los siete.

Amón, el señor avaricioso: Su característica es la de un hombre de negocios, sus más grande anhelos es tenerlo todo, sin importar siquiera si lo necesite o no, su personalidad es fastuosa y derrochador pues para el no hay un punto de satisfacción total en cuanto a vienes y poder se refiere, es el señor de la Codicia y ocupa el quinto puesto de los siete señores.

Asmodeo, señor de la locura: Es un demonio demente y de gran poder que gusta de enloquecer y hacer a sus víctimas volverse dementes ya sea por sus torturas o por otros medios. Tiene una personalidad explosiva y con fuertes arranques de locura y paranoia lo que lo hace muy difícil de tratar y a su ves fácil de manipular, es el señor de la pereza y es el sexto en la tabla de poder demoníaco.

Belcebú, el señor de las moscas: Es la representación del hambre eterna, el posee irónicamente la forma de un hombre extremadamente delgado, esquelético y casi moribundo que generalmente come como un mendigo en su primer plato, es alguien consumista que solo le importa ingerir más, no solo alimentos si no consumir todo lo que le rodea y a quienes le rodean, es el señor de la Gula y es el séptimo en la tabla de poder (Aun siendo el ultimo ningún demonio, ni los de sangre noble es rival para el)

Una vez establecidos en el Infierno, Lucifer desplegó a sus hermanos y todos sus males por la tierra trayendo destrucción y muerte lo que comenzó la segunda guerra Celestial, trayendo una gran destrucción a la tierra en plena formación y casi destruyéndola. Con una victoria parcial de los Ángeles al encerrar de manera perpetua a los 7 señores en el infierno para que no pudieran salir, pero al costo de que los siete arcángeles por igual no podían abandonar el Edén, fungiendo sus propios seres como llaves que evitaban que su demonio rival pueda escapar de su infierno.

Ahora la guerra continua, Ángeles intentando salvaguardar a la humanidad, demonios queriendo destruir y corromper.

¿Quién ganara?

Gane quien gane…los humanos pierden.